El crecimiento del mercado de las criptomonedas ha
ayudado a hacer más visible la tecnología blockchain, ese gran registro
distribuido, inmodificable y descentralizado que brinda seguridad y confianza a
los usuarios de estos medios de pago criptográfico. Sin embargo, las
potencialidades de esta tecnología han sido reconocidas más allá de su
aplicación en el ecosistema.
De hecho, en los últimos meses se ha escuchado una gran
cantidad de opiniones de importantes ejecutivos y emprendedores tecnológicos
sobre las características y nuevos horizontes para blockchain. Hecho que ha
coincidido en algunas ocasiones con una crítica abierta a las criptomonedas.
ALGUNAS
APLICACIONES EXTRA DE BLOCKCHAIN
La tecnología blockchain ha pasado a otro nivel, y varios
países del mundo potencian sus procesos administrativos a través de ella. Por
ejemplo China, que maneja una aplicación para la declaración de impuestos y una
de creación de cartas de crédito a nivel privado. Otro ejemplo es Rusia, donde
el interés de avanzar en la economía digital ha llevado al Kremlin a ordenar la
organización de un laboratorio de investigación especializado en el tema, tal
como ocurre en otros países entre los cuales se encuentran Reino Unido y
Estados Unidos.
Las características distribuidas se han vinculado tanto
al sector bancario, como a sectores menos tradicionales, como la producción de
cannabis, el control de calidad de los alimentos, así como plataformas de
creación de propiedades digitales en entornos de videojuegos, registros de
tierra, el manejo del tracking global, e incluso la transformación de la
industria editorial, con el surgimiento de nuevos esquemas de creación de
libros digitales.
Incluso, se pueden mencionar otras industrias como la
energía, las apuestas, o la medicina que también han visto en la tecnología
blockchain una interesante oportunidad de modernizarse, y cuyas características
brindan mayor confiabilidad y seguridad al sistema, además de aumentar el nivel
de transparencia en el manejo de la información.
Por otro lado, existen consorcios como R3CEV, que cuenta
con su propia blockchain, Corda; o el Hyperledger Project, que quieren llevar
la tecnología blockchain a nuevas fronteras, desafiando su funcionamiento
actual en pro de encontrar nuevas aplicaciones, sobre todo a nivel privado.
Según el reporte sobre FinTech a nivel global publicado
por PwC a mediados de abril, el futuro de la industria financiera del mundo
estará sumamente ligado a la tecnología de contabilidad distribuida, que, para
2020, tendrá una influencia sumamente relevante, y según los resultados, más de
70% de las empresas consultadas utilizarán la tecnología.
OPINIONES
POSITIVAS SOBRE BLOCKCHAIN
Comenzando con el fundador de Microsoft, Bill Gates
-quien ha sido un entusiasta de Bitcoin-, y el CEO de Twitter, Jack Dorsey, sin
olvidar al controversial CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, ya han sido varios los
personajes que se han referido a la tecnología blockchain, y sus
potencialidades más allá del universo bitcoiner, como una herramienta capaz de
revolucionar el funcionamiento de otras industrias, gracias a sus
características de registro compartido, descentralizado, seguro e
inmodificable.
Debemos tomar en cuenta que la tecnología blockchain
permite la realización confiable y segura de cualquier tipo de transacción
entre dos o más personas sin la necesidad de intermediarios, gracias al
registro encriptado y compartido de información a través de Internet, lo que
pudiese simplificar el funcionamiento de otros sectores económicos y
productivos, automatizando por ejemplo, envíos; permitiendo el seguimiento en
vivo de una cadena de distribución, manejar identidades, entre otros proyectos.
Cabe destacar, que el atractivo de blockchain tampoco ha
pasado desapercibido ante importantes instituciones como el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial e incluso gobiernos de países del mundo como
Estados Unidos, Rusia o China.
El presidente del
Banco Mundial habló del “entusiasmo” que genera blockchain en las altas esferas
financieras del mundo.
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, resumió
bien el interés que genera esta disruptiva tecnología durante una entrevista
concedida a CNBC: “Blockchain es algo con lo que todos están muy emocionados”.
Christine Lagarde, portavoz del FMI, a inicios de octubre
de este año tuvo palabras sobre blockchain, asegurando que su aplicación al
sector financiero podría tener una incidencia positiva en la reducción de
tiempos y costos de operación. Esto ocurrió durante la celebración de los 20 años
de la independencia operativa del Banco de Inglaterra sobre la política
monetaria, donde Lagarde participó con una conferencia titulada “Banca Central
y Fintech ¿Un mundo feliz? “.
Y a mediados de este mes, durante una entrevista con
CNBC, Lagarde valoró nuevamente la tecnología blockchain, destacando que tiene
el potencial de hacer a los servicios financieros más inclusivos, solventando
la problemática de los desbancarizados en las naciones más pobres e incluso
ayudando a mujeres que sufren de violencia doméstica a administrar su dinero de
forma más eficiente y discreta.
En la mayoría de los casos -y especialmente desde los
voceros de instituciones financieras-, los comentarios positivos sobre
blockchain han venido de la mano con comentarios sobre los criptoactivos, y el
saldo es negativo, ya que la mayoría de las opiniones mantienen reservas sobre
su funcionamiento, y aun los atacan abiertamente.
COMENTARIOS
NEGATIVOS SOBRE BITCOIN
Las opiniones sobre Bitcoin y el resto de criptoactivos
son múltiples, e incluyen adjetivaciones como “fraude”, “estupidez”, “moda
pasajera”, “basura” o “burbuja”. Las mismas características que se alaban en
blockchain resultan un problema a la hora de hablar de instrumentos de pago
digitales que hagan de manera más eficiente lo que debería hacer el dinero
tradicional.
A finales de octubre, el príncipe de Arabia Saudita,
Al-Walid bin Talal bin Abdul Aziz Al Saud, afirmó que Bitcoin “implosionará” en
algún momento. “Simplemente no creo en esta cosa de bitcoin. Creo que va a implosionar
un día”, indicó.
Otro que se sumó, fue el cofundador de Ethereum, Joseph
Lubin, a pesar de su relación con el ecosistema, describió el mercado de las
criptomonedas como una burbuja especulativa, “o con suerte, una serie de
burbujas”. No obstante, afirmó también que esto no es necesariamente negativo,
pues sólo ocurrirá mientras el ecosistema se estabiliza.
En cambio, el premio Nobel de economía de 2013, Robert
Shiller, economista, y académico estadounidense, manifestó que Bitcoin es una
“moda pasajera”, comparándolo con el fenómeno del bimetalismo que conmocionó al
siglo XIX.
Una opinión más, es la del CEO de MasterCard, Ajay Banga,
quien dejó ver la posición conservadora de la empresa, calificando las
criptomonedas no controladas por gobiernos y bancos centrales como “basura”,
haciendo especial énfasis en su “volatilidad”. “Si los gobiernos crean monedas
digitales, encontraremos una manera de estar en el juego. Nosotros proveeremos
los medios para mover monedas desde el cliente al comerciante. Las monedas
digitales controladas por los gobiernos son interesantes. Las monedas no
controladas por gobiernos son basura”, expresó durante una entrevista con un
medio de la India.
Asimismo, unos meses antes, el director de Ingeniería de
Google, Ray Kurzweil, compartió su escepticismo sobre criptomonedas como
Bitcoin, aunque sin restarle cualidades a que ocurra una adopción masiva de la
blockchain en distintos sectores. Una opinión que, aunque parece
contradictoria, la comparte un importante número de críticos de los
criptoactivos.
El caso más llamativo puede ser el del ejecutivo
estadounidense Jamie Dimon, que demuestra la posición reaccionaria de la banca
tradicional ante la irrupción de la criptografía y los criptoactivos en el
sector financiero global. Jamie ha reincidido en sus juicios peyorativos sobre
Bitcoin, pasando de llamarlo un “fraude”, similar a la “tulipomanía” del siglo
XVII, a calificar como “estúpidos”, a
quienes invierten en ese tipo de instrumentos.
Entre ambas opiniones de Dimon, aconteció una demanda en
su contra por manipulación de mercado, interpuesta en Suecia, y su propia
“autocensura” sobre el tema, aunque finalmente la rompió, agregando que los
criptoactivos son herramientas para “criminales”.
No obstante, el J.P. Morgan estrenó a los pocos días una
patente blockchain, lo que reafirmó la posición ya esgrimida: blockchain sí,
Bitcoin no, gracias.
BITCOIN,
UN PELIGRO PARA EL PODER ESTABLECIDO
“Bitcoin es imparable”, son palabras de Bill Gates, quien
durante una entrevista en 2015 decía que Bitcoin era un producto barato y
atractivo, que ayudaría a descentralizar la economía. Quizás ese sea su mayor
peligro.
Lejos del prejuicio criminal, la promesa de libertad y
empoderamiento económico es un horizonte aterrador, especialmente en ambientes
sociales donde los estados quieren ganar mayores niveles de control y poder
sobre sus conciudadanos.
Los instrumentos de pago criptográficos ofrecen varios
elementos que el dinero fiduciario no, y, en ese sentido, se vuelve más
atractivo para los usuarios, que ven como con su implementación ellos pueden
eliminar la participación de terceros, los problemas asociados a las fronteras
entre los países. y sus señales monetarias, relegando la banca global -un gran
poder económico ya establecido- a una posición incómoda dentro de este nuevo
esquema de relaciones comerciales y financieras.
Algunas personalidades, como el CEO del Royal Bank of
Canada, David McKay, o John McAfee, intentaron lavar la cara de Bitcoin y otros
criptoactivos ante estos ataques. McKay, que firmó una alianza con J.P. Morgan,
para que las dos entidades trabajen en una aplicación de pago interbancario que
usa el blockchain, se opuso a Dimon, asegurando que Bitcoin no es un fraude; y
también McAfee, que se declaró parte de los mineros de la moneda.
"Yo soy un minero, creamos bitcocos, cuesta
alrededor de 1.000 dólares para crear una moneda de bitcoin. ¿Cuánto cuesta
para crear un dólar americano? ¿Cuál es el fraude?", Dijo entonces.
La economía centralizada, la economía tradicional, cumple
con los requisitos de su propio negocio, pero ya no ofrece la comodidad que
muchos usuarios pueden encontrar en almohadas criptomonedas. Pensar que las
propiedades descentralizada, distribuida, segura y cadena de bloque compartido
es positiva, pero critica abiertamente su aplicación por los instrumentos de
pago criptográficos sugiere dos cosas: en primer lugar que la persona no
entiende el verdadero potencial de la cadena de bloque y la puesta en marcha en
marzo con el proyecto Bitcoin; o 2. se hace una crítica para desacreditar el
instrumento porque representa un peligro real para el dinero del paradigma
actual y, por lo tanto, el poder establecido en esta área.
Y tal vez todavía no estemos listos.